La edil aduce que nunca se respetó el reglamento interno para destituirla.

Griselda Galleguillos es una concejal de Rosario de Lerma y en los últimos días se vio envuelta en una agria disputa por el sillón de la presidencia que actualmente ocupa.

Un grupo de concejales urdió una jugada para destituirla y nombrar en su lugar a otra edil, Norma Faúndez, pero Galleguillos reclama que el procedimiento llevada a cabo es nulo de toda nulidad.

"Lo que pasa es que el reglamento interno es claro al determinar que para cambiar, por destitución, al presidente del cuerpo hacen falta los dos tercios del total de los concejales y el grupo opositor solo cuenta con 5 votos, y no con los 6 que se necesitan", explicó la concejal rosarina con firmeza.

"Por otro lado, el procedimiento para cambiar al presidente debe ser en medio de un sesión especial o extraordinaria, que no se convocó", dijo.

"Debe haber una moción de remoción con argumentación, moción de posibles nuevos presidente, votación, elección y finalmente recién puede asumir quien resulte elegido por sus pares", manifestó con seguridad la concejal.

"Finalmente, quiero hacer pública una situación de rebeldía de mis pares, porque en uso de mis atribuciones se los invita a reuniones de comisión y a las sesiones ordinarias, pero se niegan a recibir las citaciones. Entonces, personal del cuerpo se las envía por WhatsApp, y como quien dice, le clavan el visto, pero no acuden", agregó Galleguillos.

"Todo esto configura una situación irregular que no permite que el Concejo Deliberante funcione como corresponde, las comisiones no analizan los proyectos y las sesiones se volvieron de imposible cumplimiento por el accionar de unos pocos irresponsables", dijo la presidenta del cuerpo.